De los 67 años que tiene monseñor Luis Madrid Merlano, arzobispo de Nueva Pamplona, 42 de ellos se los ha dedicado al sacerdocio. En su niñez y parte de la adolescencia no le llamaba la atención estar al servicio de Dios. Al terminar el bachillerato, en el colegio de los Hermanos Maristas en 1963, se inclinó por estudiar medicina y cursó cinco semestres en la Universidad Nacional.
En 1965, viajó a Chocó para cumplir una labor misionera y al ver las limitaciones y pobreza de los pobladores se dio cuenta que su verdadera vocación estaba en servirle a la gente más necesitada, pero de otra manera y no como médico.
“El haber observado la forma en que los sacerdotes trabajaban en esos lugares y como daban respuestas positivas a la gente me sirvió de motivación para cambiar el rumbo de mi vida e ingresar al seminario”, manifestó.
Esta decisión tomó por sorpresa a sus padres, José Fernando Madrid Blanco y Mercedes Merlano de Madrid, ambos contadores de profesión. Finalmente decidieron apoyarlo.
Ingresó al Seminario Nacional Cristo Sacerdote de la Ceja (Antioquia), cursando el ciclo filosófico y estudiando teología tres años. Después continuó como misionero en el seminario intermisional de Bogotá.
Su padre no logró verlo convertido en sacerdote y falleció en 1967, a los 55 años. El 29 de junio de 1971, recibió la ordenación sacerdotal en Bogotá y es vinculado al vicariato apostólico de Itsmina Tadó (Chocó).
Largos y extenuantes viajes a pie, a lomo de mula y caballo, pasando por los ríos Baudó y San Juan y el mar en canoas y lanchas, le sirvieron para conocer esa zona abandonada del país en sus 20 años de permanencia como seminarista y sacerdote.
En la actualidad es el presidente de la Comisión de Estatutos de la Conferencia Episcopal de Colombia.
Las bodas de plata
Aunque recibió la ordenación episcopal, como obispo el 3 de julio de 1988, la Arquidiócesis de Nueva Pamplona se adelantó al festejo y le tiene preparado un homenaje cultural en el auditorio del colegio Bethlemitas, este viernes a partir de las 7:30 de la noche y el sábado una eucaristía en la capilla del seminario mayor a las 9 de la mañana.
El 24 de mayo de ese año recibió la notificación de Juan Pablo II, quien lo nombró obispo de Tibú. El 30 de julio se posesionó en esa prelatura, sintiéndose extraño porque era un ambiente completamente diferente. Allí duró siete años, logrando con su trabajo evangelizador ganarse el cariño y respeto de las comunidades urbanas, rurales e indígenas.
Después fue nombrado Obispo de Cartago (Valle), en donde se posesionó el 10 de junio de 1995, en la Catedral Nuestra Señora del Carmen, estando presente el nuncio apostólico, Paolo Romeo.
A los 15 años de labor episcopal, es nombrado por el papa Benedicto XVI, el 30 de marzo de 2010, Arzobispo de Nueva Pamplona y tomó posesión el 22 de mayo, en la Catedral Santa Clara ante la presencia del nuncio Aldo Cavalli.
El 29 de ese mismo mes, con motivo de la celebración de San Pedro y San Pablo recibe en la Plaza de San Pedro (Roma) de manos del papa Benedicto XVI, el palio arzobispal.
A monseñor Luis Madrid Merlano como todo buen costeño le fascina el arroz con coco y el mote de queso y ñame. Le gusta leer, jugar sudokus y nadar. Además habla español e italiano.
Roberto Ospino Torres

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