El
estadounidense Lance Amstrong admitió en entrevista con la famosa presentadora
que consumió todo tipo de sustancias prohibidas desde mediados de los años
noventa y se sometió a transfusiones de sangre para ocultar los rastros del
dopaje en sus siete triunfos del Tour de Francia entre 1999 y 2005. (Vea acá:
Armstrong admitió dopaje en el programa de mayor rating en EE.UU.).
Armstrong, que
prometió a Winfrey que le diría toda la verdad en la entrevista, a las primeras
preguntas hechas en el formato de 'si o no', reconoció que en esos siete títulos
que ganó utilizó substancias prohibidas y se dopó para mejorar su rendimiento.
Señaló que su "coctel" era "EPO (eritropoyetina), transfusiones
y testosterona
"No es posible
ganar siete Tours de Francia sin dopaje", le dijo Lance sentado en su casa
de Austin, Texas, a Oprah Winfrey, en la entrevista que fue grabada el lunes
pasado y divulgada este jueves.
Armstrong
perdió los siete títulos y todos sus logros que consiguió a partir de agosto de
1998, además de ser suspendido de por vida del deporte, luego de ser acusado
por la Agencia Estadounidense Antidopaje en octubre del 2012.
"¿Alguna
vez utilizó cualquier otra sustancia prohibida como la testosterona, cortisona
o la hormona de crecimiento humano?", le preguntó Windfrey, a lo que
Armstrong respondió: "Sí".
En la
confesión, Lance dejó claro que nunca obligó a compañeros a doparse, y adjudicó
sus acciones a que en ese entonces se vivía la "cultura" del dopaje
dentro del deporte, tanto del ciclismo como del resto de las disciplinas.
"Si me
preguntas si a alguien del equipo lo obligaba a doparle o lo despedía, puedo
decir que no. No había instrucciones u órdenes de que tenían que hacerlo. Yo no
era el mánager del equipo", dijo.
También
admitió que su personalidad tiene "fallas" y que todo fue impulsado
por "arrogancia" y el "despiadado deseo de ganar”. Armstrong dijo
que "lamenta" el consumo de drogas en su carrera y que fue un error.
'La actitud de ganarlo todo la tomé ante el
cáncer'
Armstrong
admitió que su actitud de ganarlo todo la tomó cuando le dijeron que tenía
cáncer y luego lo traspasó a la competición. "La actitud de ganarlo todo
la tomé primero ante el cáncer y la transporté al ciclismo. Y eso es malo,
quise perpetuar la historia. Ganar era importante y aún me gusta, pero ahora
veo el triunfo de otra manera. Doparse era parte del trabajo, así es como yo lo
veía".
"Hay
personas en esta historia que eran buenas personas, no son monstruos, no son
malvados y no son malos. Ferrari es un hombre inteligente, aún lo pienso",
valoró Armstrong al referirse al doctor italiano Michele Ferrari, su gran
colaborador. "Podrían pensar que soy un imbécil o un humanitario, yo diría
que soy las dos cosas, pero no puedo hablar mal de Ferrari", argumentó.
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