viernes, 18 de enero de 2013

El exciclista aceptó dopaje en una exclusiva mundial de la periodista Oprah Winfrey.


El estadounidense Lance Amstrong admitió en entrevista con la famosa presentadora que consumió todo tipo de sustancias prohibidas desde mediados de los años noventa y se sometió a transfusiones de sangre para ocultar los rastros del dopaje en sus siete triunfos del Tour de Francia entre 1999 y 2005. (Vea acá: Armstrong admitió dopaje en el programa de mayor rating en EE.UU.).

Armstrong, que prometió a Winfrey que le diría toda la verdad en la entrevista, a las primeras preguntas hechas en el formato de 'si o no', reconoció que en esos siete títulos que ganó utilizó substancias prohibidas y se dopó para mejorar su rendimiento. Señaló que su "coctel" era "EPO (eritropoyetina), transfusiones y testosterona

"No es posible ganar siete Tours de Francia sin dopaje", le dijo Lance sentado en su casa de Austin, Texas, a Oprah Winfrey, en la entrevista que fue grabada el lunes pasado y divulgada este jueves.
Armstrong perdió los siete títulos y todos sus logros que consiguió a partir de agosto de 1998, además de ser suspendido de por vida del deporte, luego de ser acusado por la Agencia Estadounidense Antidopaje en octubre del 2012.

"¿Alguna vez utilizó cualquier otra sustancia prohibida como la testosterona, cortisona o la hormona de crecimiento humano?", le preguntó Windfrey, a lo que Armstrong respondió: "Sí".
En la confesión, Lance dejó claro que nunca obligó a compañeros a doparse, y adjudicó sus acciones a que en ese entonces se vivía la "cultura" del dopaje dentro del deporte, tanto del ciclismo como del resto de las disciplinas.

"Si me preguntas si a alguien del equipo lo obligaba a doparle o lo despedía, puedo decir que no. No había instrucciones u órdenes de que tenían que hacerlo. Yo no era el mánager del equipo", dijo.
También admitió que su personalidad tiene "fallas" y que todo fue impulsado por "arrogancia" y el "despiadado deseo de ganar”. Armstrong dijo que "lamenta" el consumo de drogas en su carrera y que fue un error.

'La actitud de ganarlo todo la tomé ante el cáncer'
Armstrong admitió que su actitud de ganarlo todo la tomó cuando le dijeron que tenía cáncer y luego lo traspasó a la competición. "La actitud de ganarlo todo la tomé primero ante el cáncer y la transporté al ciclismo. Y eso es malo, quise perpetuar la historia. Ganar era importante y aún me gusta, pero ahora veo el triunfo de otra manera. Doparse era parte del trabajo, así es como yo lo veía".

"Hay personas en esta historia que eran buenas personas, no son monstruos, no son malvados y no son malos. Ferrari es un hombre inteligente, aún lo pienso", valoró Armstrong al referirse al doctor italiano Michele Ferrari, su gran colaborador. "Podrían pensar que soy un imbécil o un humanitario, yo diría que soy las dos cosas, pero no puedo hablar mal de Ferrari", argumentó.

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