miércoles, 16 de octubre de 2013

Con los próceres de la independencia de Pamplona como testigos, las madres comunitarias en la ciudad mitrada continúan en cese de actividades



Buscando una pensión que para muchas de ellas será difícil alcanzar, porque llegarán a la edad de jubilación sin cotizar las semanas requeridas a pesar de haber trabajado el tiempo exigido, y tratando de mejorar sus ingresos, que son de un salario mínimo mensual o su equivalente según sus horas de trabajo, las madres comunitarias del Icbf en Pamplona continúan unidas al paro nacional que inició con el paro regional desde la última semana de septiembre 
Con sus jornadas, las madres comunitarias se han hecho visibles ante quienes tal vez habían olvidado su existencia y realidad como columna vertebral del modelo de Bienestar Familiar en la protección de los niños menores de 5 años, para muchos de los cuales esta asistencia es su única oportunidad de nutrición y la primera experiencia formativa. Para los sectores más pobres, estos hogares han sido la única alternativa de cuidado para niños que de otra manera permanecerían desprotegidos en la jornada laboral de sus padres.
La demanda por la formalización laboral y la solución a los problemas de pensiones de las madres comunitarias, debe ser atendida a pesar de las dificultades que el país tiene con las pensiones de los trabajadores independientes e informales. Estas ciudadanas merecen gran reconocimiento por su contribución al bienestar de la infancia y al acceso al mercado laboral por parte de muchos padres, y muy especialmente, madres cabeza de familia. Lamentablemente, al llegar a esta situación el Icbf y las madres comunitarias han dejado de atender su responsabilidad y razón de ser: garantizar que los niños menores de cinco años en riesgo de abandono y de desnutrición tengan derecho a acceder a la atención directa por un adulto capacitado para responder por sus principales demandas y a los estándares de nutrición necesarios para garantizar su sano crecimiento y desarrollo. 
Nelly Gelvez madre comunitaria de Cristo Rey indicó que hasta el momento se ha llegado a pequeños acuerdos tales como los pagos de vacaciones, primas , cesantías, afiliación a cajas de compensación, gesto que agradecen al gobierno nacional pero manifestó que la lucha sigue en pies y el paro continua hasta que poder llegar a conseguir una pensión digna para aquellas mujeres que han entregado gran parte de su vida a la niñez colombiana .
En la ciudad mitrada funcionan cerca de 79 hogares y son aproximadamente 800 niños que han dejado de recibir el servicio

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