Entre los barrios Simón Bolívar y Cristo Rey, un grupo de 30 personas invadieron un lote y construyeron casas con madera, plásticos y techos de zinc. Al sector le pusieron el nombre: ‘Los cambuches’. Las condiciones de vida de las familias son muy precarias, no cuentan con servicios públicos y para hacer las necesidades fisiológicas deben ir a las zonas verdes aledañas. En el lugar habitan desde hace 10 años. Los hombres trabajan descargando mercancía, en construcción, reciclando, en la plaza de mercado o como ellos mismos dicen en lo que salga“ y las mujeres recurren a lavar ropa y a cuidar niños y ancianos. No obstante, ya son señoras de edad, mujeres con bajos niveles educativos y niños con muy precarias condiciones de salubridad. La situación es aún más delicada cuando observamos que la principal necesidad de estas personas es la carencia de servicios públicos. Ninguna de las casas tiene agua potable, alcantarillado o energía eléctrica. En la noche deben encender lámparas artesanales y velas. Para suplir las necesidades más elementales acuden a los vecinos para comprar el preciado líquido para usarlo como ellos mismos lo denominan “ a timbados” y cuando está lloviendo aprovechan para llenar canecas.
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