sábado, 9 de noviembre de 2013

Alias Visaje cayó en España


Este es Carlos Andrés Palencia, alias Visaje, capturado por las autoridades. (Foto Policía Nacional)
Carlos Andrés Palencia González o Ciprián Manuel Palencia González, mejor conocido con el alias de Visaje, es un personaje oscuro de triste recordación en Norte de Santander por su accionar delictivo como miembro de las Autodefensas Unidas de Colombia,entre 1999 y 2004 y, recientemente, como líder de la banda criminal los Urabeños. Este escurridizo delincuente, prófugo de la justicia desde el 10 de noviembre de 2010, nació en Valencia (Córdoba) el 18 de abril de 1979. 
Desde muy joven ingresó en el mundo paramilitar, donde escaló peldaños a gran velocidad, al punto de convertirse en uno de los sicarios favoritos del hoy extraditado Salvatore Mancuso. 
Por encargo de este, su mentor y padrino, Visaje llegó al Catatumbo en el primer grupo de ‘paras’ que fue enviado desde Necoclí (Antioquia) para tomarse a Norte de Santander. 
El 17 de julio de 1999, Visaje, junto a Edilfredo Esquivel Ruiz (alias El Osito) y otros más, incursionaron en Tibú y dejaron como saldo nueve personas masacradas. Otras cuatro fueron asesinadas a lo largo del camino entre el municipio petrolero y La Gabarra. 
Luego, un mes después, llegaron a La Gabarra, su destino final y epicentro de una bonanza cocalera que, hasta entonces, era aprovechada por la guerrilla de las Farc. Ese día, 21 de agosto, según cifras oficiales, las personas muertas a manos de los ‘paras’ fueron más de 35.
En el Catatumbo, Visaje partió hacia el municipio de El Tarra, donde se convirtió en el subcomandante del frente paramilitar que allí operaba y que era liderado por Carlos Enrique Mora Rojas, alias Gato.
Fue en este municipio donde logró cedularse con el nombre de Carlos Andrés Palencia González, evitando así el acecho de las autoridades que desconocían su cambio de identidad. 
Sin embargo, una vez Jorge Iván Laverde Zapata, alias El Iguano, conformó el Frente Fronteras en Cúcuta y su área metropolitana, Visaje fue nombrado subcomandante de esa organización y empezó a operar en la capital del departamento.
En Cúcuta, Visaje sembró el terror hasta su desmovilización, en 2004, aliándose con empresarios, miembros de la fuerza pública y políticos, algunos de los cuales alcanzó a mencionar en las audiencias de versión libre dentro del proceso de Justicia y Paz al cual fue postulado. 
Una vez dejó las armas y entró a formar parte del grupo de desmovilizados que fueron recluidos en la cárcel de Cúcuta, Visaje confesó 350 crímenes. 
Por sus confesiones en Justicia y Paz, alcanzó a tener 50 imputaciones por homicidio, concierto para delinquir, desaparición forzada y extorsión. 
No obstante, Visaje se fugó el 10 de noviembre de 2010 en el aeropuerto Los Garzones de Montería, ciudad a la que había sido remitido para participar de una audiencia.
En su momento, los guardianes del Inpec que lo custodiaban dijeron que habían sido interceptados por hombres fuertemente armados que se llevaron al prisionero con rumbo desconocido. 
Días después, Noticias Uno reveló un video en el que se apreciaba cómo, tranquilamente, Visaje se despide los guardias y aborda un taxi.
Las autoridades lo sindicaron de haber sido el que trajo la franquicia criminal de Los Urabeños a Cúcuta y su área metropolitana, en donde se hicieron notar desde mayo de 2011 con la primera de una serie de masacres que significaron una declaración de guerra a los Rastrojos, hasta entonces dueños del mundo criminal en la ciudad 
Visaje, que aún no ha sido excluido de Justicia y Paz, está condenado a 32 años de cárcel por el homicidio del profesor Manuel Segundo Ruiz Álvarez, en Montería, mediante sentencia proferida el 14 de septiembre de 2012 por el Juzgado Tercero Penal del Circuito de Córdoba. 
En los últimos dos meses, Visaje evadió el cerco de las autoridades en San Faustino, donde murió un capitán de la Policía, y luego en Patillales. Ahora se sabe que huyó a España pasando por Venezuela y Brasil. 
El Mico precipitó la caída de su jefe Visaje
La captura de Visaje en Madrid (España), adonde se cree llegó en los últimos días huyéndole al cerco que las autoridades le tendieron en Norte de Santander, se empezó a tejer luego de que Bólmar Hernando Claro Torres, alias El Mico, se entregara en las instalaciones del Cuerpo Técnico de Investigación (CTI) de Cúcuta, el pasado 22 de octubre. 
De este sujeto, que con su testimonio logró que fueran capturados 17 urabeños más en la vía que de Cúcuta conduce a Puerto Santander, sector de Patillales, las autoridades empezaron a escuchar el año pasado luego del ataque perpetrado contra alias Paisa Loco, otro de los hombres de confianza de Visaje, máximo líder de los Urabeños en la región.
Por motivos que no fueron dados a conocer por las autoridades en su momento, El Mico decidió traicionar a su jefe Visaje, máximo comadante de los Urabeños en la región. “Al parecer llegó y se entregó. Dijo quién era y que quería colaborar con las autoridades”, sostuvo un investigador cercano al caso. 
Hasta el día de su entrega voluntaria, El Mico era buscado, según la Fiscalía General de la Nación, por los delitos de concierto para delinquir, homicidio agravado, extorsión y porte ilegal de armas.
JAIRO JÁCOME RAMÍREZ

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