jueves, 20 de febrero de 2014

El profesor Hernando Leal



Por Juan Manuel Ramírez Pérez 

Hernando Leal Landazábal es profesor de música desde hace más de 35 años, especialmente de niños, y durante todo ese tiempo nunca tuvo la menor queja por un comportamiento indebido con sus alumnos. Por el contrario, siempre ha recibido un sincero agradecimiento de los padres de familia que le confían sus hijos para que los guíe en el aprendizaje de diversos instrumentos.
El profesor Leal ha organizado y dirigido numerosas bandas del departamento Norte de Santander como las de Pamplona, Cácota, Chitagá el Batallón García Rovira y no sé cuántas más, y actualmente ha estado al frente de la banda de niños del municipio de Mutiscua que recientemente se presentó en Cúcuta en varios actos oficiales. Igualmente, dirige con gran éxito una orquesta de más de 50 niños de Pamplona.
¿Cómo podría explicarse que un maestro que durante todo este tiempo ha tenido una conducta intachable se pueda convertir, de la noche a la mañana, en un abusador de niños cuando es el jefe de una familia ejemplar; ha formado a sus hijos no sólo moralmente sino como intérpretes sobresalientes de instrumentos musicales tan difíciles como la flauta traversa y el violín, tanto que el mayor de ellos se desempeña en las más exigentes orquestas de Europa?
El mal momento que vive Hernando Leal se debe a la denuncia de la madre de un alumno por supuestos actos obscenos cometidos contra él, y aunque las versiones son imprecisas, naturalmente sólo el funcionario que conoce el caso tiene los elementos para formarse un criterio preciso sobre los hechos. Hasta el momento esto no se conoce públicamente.
Pero, lo que sí ha sido notorio es el rechazo a la acusación que han manifestado públicamente cientos de padres de otros alumnos, primero en una nutrida asamblea que se celebró el miércoles 29 de enero en el Museo Anzoátegui de Pamplona, y luego en un desfile de numerosos ciudadanos vinculados a las bandas y orquestas dirigidas por el maestro Leal, que recorrió las calles de la ciudad y terminó frente a las instalaciones de la cárcel con un concierto general, el sábado 1°de febrero. Además, con constantes testimonios dados a los medios de comunicación.
Debo hablar en primera persona para decir que conozco desde los bancos del colegio a Hernando Leal Landazábal, y que jamás supe de algún comportamiento impropio de su parte. Por el contrario, él ha estado vinculado a las actividades culturales de Pamplona; ha sido un organizador desinteresado del Museo Militar de la ciudad; ha colaborado en innumerables eventos de los otros museos, y siempre ha contado con la amistad, el respeto y el agradecimiento de los niños y adultos que han recibido sus lecciones de música. Espero de todo corazón que este delicado asunto se resuelva favorablemente para él, y prontamente como debe ser la actuación de la justicia.

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