Soy la mula electorera
y rebuzno donde quiera,
en época de elecciones, yo me doy
mi vacación.
En condición de borrego queda el pendejo elector
lo llevan como ganado en destartalado camión
negociando su conciencia por una botella de rón.
Es una falta de respeto y atropello a la razón
que cualquier zarrapastroso aspire a la elección.
Aparecen en grandes vallas, afiches o pendón
con sus sonrisas fingidas y caritas de guevón
con mensajes rebuscados, propios para la ocasión.
El día de la elección, aparece "Don Honesto"
con un fajo de billetes, sancocho, cemento y esto (una mano haciendo pistola)
"Soy la mula electorera y rebuzno donde quiera"
¡Compañero y compañera, piénselo bien y no venda su conciencia por uno de 20 ó de 10
(Por Juan Manuel Parra)
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