Aferrados a lo divino y con esperanzas en que Dios les haga el milagro para que este año se tripliquen las ventas, un puñado de vendedores informales promociona todo tipo de objetos religiosos.
Para esta temporada llegan de diferentes puntos del departamento y regiones vecinas, cerca de 200 personas a comercializar desde escapularios hasta cuadros y grandes imágenes de santos.
Algunos llevan los objetos colgados en los brazos, en el cuello y en las manos. Otros los exhiben en livianos taburetes y mesas de madera o hierro. Ellos se ubican en los alrededores de los templos, en especial frente a la catedral Santa Clara o donde se esté celebrando algún acto cultural.
Uno de ellos es German Pinto, natural de Cúcuta y quien tiene 15 años de estar desplazándose hasta la Ciudad Mitrada durante Semana Santa.
Él, en medio de los escapularios, camándulas, denarios, pulseras, las cuerdas de los 33 credos, llaveros y Cristos, afirma aprovechar cada procesión para encomendarse a Dios y pedir por sus parientes y por unas buenas ventas.
Si de ganancias se trata, dijo Pinto que en una buena temporada le quedan libres alrededor de $500.000. Los precios de los artículos que oferta oscilan entre $2.000 y $6.000.
Sin embargo, afirma que cada vez la situación se está poniendo más dura por la competencia y el desempleo.
“Que Dios nos ayude… esto está pesado y hay que caminar mucho”, dijo, al terminar de dar el testimonio para atender a un cliente.
Entre tanto, por las calles de Pamplona se escuchan las frases que a todo pulmón entonan los vendedores: a la orden los sahumerios, lleve sus espigas de trigo, entre otras.
Junto a ellos hay un grupo de 20 pamploneses que se unen a las ventas callejeras. Entre ellas está Nelly Consuelo García, quien tiene 20 años de ofrecer artículos religiosos y dice que con esta labor ha sacado adelante a su familia.
A los turistas les ofrece escapularios, camándulas, llaveros y la ‘manilla gomela’, elaborada con semillas de café y con imágenes de la Virgen de Guadalupe tallada en conchas de totumo.
“Años atrás, sagradamente me quedaban $800.000 y ahora no se hace ni $500.000”, dijo la mujer.
En contraste con los vendedores informales están los comerciantes que tradicionalmente se han dedicado a las ventas religiosas. Uno de ellos es Eduardo Gélvez, hijo de una familia que tiene más de 50 años ofertando todo tipo de objetos en un local cerca a la Ermita del Humilladero.
“En el negocio se consiguen imágenes de $800.000, grandes y finamente elaboradas”, dijo Gélvez. “En una buena temporada nos quedan ganancias superiores a los $6,0 millones”.
Ese año lo novedoso son cuadros al óleo sobre lienzo de la Virgen de Guadalupe e imágenes para niños.
A la moda
Los objetos religiosos también han entrado en la era moderna. Hay rosarios de colores fuertes como fucsia, morado, rosado encendido, verde y rojo.
También pulseras con imágenes de vírgenes y santos estilo caricatura. Los habituales compradores son niños y jóvenes.
Programación santa
Para participar de las actividades religiosas y culturales las autoridades de Pamplona esperan la llegada de centenares de turistas. Para ellos, el municipio dispone de una capacidad hotelera con 1.700 camas, de las cuales está disponible el 65 por ciento.
Cortesía Roberto Ospino
es uno de los mejores negocios de la ciudad Pamplona. felicitaciones y muy buenos precios.
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