lunes, 8 de abril de 2013

Pamploneses veteranos participantes de la guerra de Corea hacen memoria luego de 64 años



Con los anuncios de una posible confrontación bélica en Corea, propiciada nuevamente por el gobierno del Norte, dos colombianos que participaron en la guerra de 1950, sienten temor y piensan en las miles de víctimas humanas.
Para ellos las innovaciones tecnológicas y el avance armamentista hacen que la situación sea el polo opuesto a lo que ocurrió hace 63 años. En esa oportunidad se peleaba cuerpo a cuerpo y se utilizaban armas no sofisticadas.
“En caso de desatarse un nuevo polvorín se repercutirá considerablemente en la estabilidad de las naciones vecinas y en el ambiente mundial”, dijo el sargento mayor Luis Alfonso Capacho Martínez, quien hizo parte de los 120 suboficiales del Batallón Colombia que participaron en ese entonces en la guerra de Corea.
El soldado, Carlos Gerson Durán Mendoza, es el otro combatiente que participó en la guerra.
“Ahora no se van a necesitar tantos soldados, sino proyectiles, bombas y misiles. Me da terror la muerte de centenares de niños, mujeres, ancianos y personas inocentes”, manifestó Durán. 
Cuando ambos se embarcaron no sabían por qué viajaban a este país. Estaban convencidos que lo hacían por dejar en alto el nombre de Colombia y por servir a la patria.
Al llegar y darse cuenta del horror que se vivía, manifiestan que en sus entrañas sintieron que no estaban preparados para defender una causa que no era la de ellos.
Los veteranos
Capacho Martínez salió para Corea el 16 de julio de 1962 y allí permaneció un año, el mismo que califica como el más sangriento de su vida.
“Allá peleábamos cuerpo a cuerpo. No es como ahora que las guerras son diferentes”, manifestó.
Él hizo parte de varias patrullas de reconocimiento que estaban pendientes de los movimientos del enemigo del Norte.
De darse una guerra en la actualidad el impacto mundial sería desastroso por el poder bélico que tiene Estados Unidos y los demás países.
Por su parte Durán Mendoza partió el 21 de mayo de 1951 y desembarcó en tierras coreanas el 16 de junio. Estuvo en varios frentes de combates y vio la muerte de cerca cuando recibió en una de sus piernas una herida de fusil, cuando cumplía labores de inspección en Kusong.
Recuerda que en el área de conflicto se encomendaba al Señor del Humilladero para que lo protegiera a él y a su compañero de pelotón Sergio Cárdenas, también natural de Pamplona.
Durán vio caer a muchos de sus compañeros y a artilleros del Ejército chino. Aturdido por el impacto de bala y las masacres presenciadas, los altos mandos lo retiraron de las filas y regresó a Bogotá donde fue internado varios meses en el hospital militar.
Durán es natural de Toledo y tiene 59 años de estar radicado en Pamplona. Actualmente está pensionado por el antiguo Ministerio de Obras Públicas.
Combatientes
Del puñado de valientes solados que hicieron parte del Batallón Colombia en Pamplona quedan cinco. Muchos viven con la pensión que obtuvieron por sus servicios en el Ejército. Algunos de ellos son Roque Villamizar y Alberto Ayala. 
En la historia del Sargento Capacho, contó que después de 60 años empezó a recibir una bonificación de $850.000 mensuales por los servicios que le prestó al país.
“No sabíamos que era Corea, cuando nos reunimos con los excombatientes que viven en Pamplona llegamos a la conclusión que lo hicimos por la aventura de conocer nuevas tierras”, manifestó.
opinión.

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