El Colegio Águeda Gallardo de Pamplona en los últimos cinco años se ha constituido en modelo educativo al implementar procesos que han permitido desterrar la violencia o matoneo, tanto en las aulas de clases como por fuera de ellas.
Esta estrategia pedagógica, que hace parte del desarrollo de las competencias ciudadanas, está enmarcada en el proyecto denominado ‘Juegos de paz y centro de conciliación’.
La primera fase está dirigida a los niños de preescolar y primaria en donde por medio de juegos infantiles se desarrollaran ambientes saludables que a su vez incide en que se fomenten los derechos humanos, valores y el respeto mutuo.
Según la docente de sexto grado, Nubia Acevedo Mejía, lo importante de todo esto es que después de cada ejercicio se rescatan las malas relaciones que podrían existir individualmente o entre grupos.
“Se conocen mejor entre ellos. A partir de ahí entablan diálogos de amistad que inciden en un mejor ambiente escolar”, sostuvo.
También esto hace que los estudiantes sepan comportarse mejor en sus entornos sociales y familiares.
De acuerdo con la educadora, la vida, comunicación y relaciones de los niños y niñas han mejorado sustancialmente hasta llegar al punto de expresar sus vivencias diarias, tanto las que viven en sus hogares como en la misma institución.
Se convierten en conocedores de sus deberes y defensores de los derechos individuales y colectivos.
En bachillerato
Después de surtido este proceso, los estudiantes de bachillerato siguen con la estrategia llamada ‘Centro de Transformación de Conflictos’.
En el CTC los estudiantes de cada grado seleccionan a tres compañeros para que hagan el papel de mediadores o pregoneros en los conflictos que surgen diariamente.
Cuando se presenta algún caso relacionado con disgustos o situaciones tensas, lo llevan al Centro, en donde después de escuchar las partes se llega a través del diálogo a un arreglo amistoso.
Para las directivas de la institución, en cabeza de la rectora, Sor Cristina Redondo Ávila, en este proceso también los padres de familia y estudiantes han aprendido a dialogar y a solucionar los problemas que se generan con los profesores.
Nelly Esperanza Jaimes, docente en el área de salud de los grados 10 y 11, quien hace parte del comité de manejo del Centro de Transformación de Conflictos del Colegio Técnico Águeda Gallardo, aseguró que esta iniciativa ha permitido que los estudiantes solucionen pacíficamente sus diferencias y que hasta donde sea posible no se utilicen otras instancias para resolverlos.
El debido proceso se inicia desde los salones de clases y después como último recursos se va al CTC en donde aplica un manual de procedimientos que después de un determinado momento se arreglan los conflictos.
Para los estudiantes de décimo grado Mónica Carolina Torres, Stefany Peñalosa y Pablo Andrés Burgos, esta es una experiencia que les quedará de por vida y en donde se encuentren siempre asumirán al respeto por las demás personas.
Opinaron que para poder mediar en los conflictos se debe ser una persona pasiva, que tenga a su vez conocimiento de las situaciones, que sea neutra y razonable. También que sepa escuchar y que sepa resolver con delicadeza las diferencias.
“Los conflictos que tengamos debemos resolverlos de la mejor manera o sea dialogando y no recurrir nunca a la violencia”, puntualizó, Luis Alberto Jaimes.
OPINIÓN.

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