En la vereda Alto Grande, en jurisdicción de de Pamplona, la comunidad no salía ayer de su asombro por la repentina y simultánea muerte de un padre de familia de 61 años y de su hijo de 33 años, por causas que aún no están esclarecidas.
Tras los decesos, el viernes y domingo pasados, la incertidumbre de los labriegos de esa zona rural aumentó con la recaída de la viuda, de 65 años, y de otro hijo de 59 años.
Los dos pacientes están en el hospital de Pamplona. Ellos también presentan los mismos síntomas que experimentaron sus dos familiares.
La primera hipótesis señala que al parecer las víctimas fueron contagiadas con un virus (cuadro gripal) que aún no ha sido identificado.
El primer fallecido responde al nombre de Daniel Balcucho (padre), de 61 años, quien fue remitido de Pamplona a Cúcuta, y de ahí a Ocaña, en donde dejó de existir el viernes.
En menos de 48 horas, el domingo en la tarde, también murió el hijo, Celino Balcucho Delgado, de 33 años, quien alcanzó a ser conducido en ambulancia hacía Cúcuta.
Según relataron familiares, tanto el padre como el hijo empezaron a presentar los malestares entre martes y miércoles de la semana pasada, pero el fin de semana el estado de salud de ambos se agudizó.
Se enferman la viuda y otro hijo
Rosario Delgado, de 65 años, esposa y madre de los fallecidos, así como otro hijo suyo, Alfredo Balcucho, de 59 años, fueron conducidos ayer a centros asistenciales de Cúcuta al agudizarse su estado de salud como consecuencia de la gripa que contrajeron.
Un vecino de la familia, identificado como Abilio Mantilla, de 36 años, al parecer también presentaba los mismos síntomas y por ello fue llevado ayer al hospital San Juan de Dios.
De Alfredo se informó que presentó mucha tos después de que llegó de Ocaña el lunes, desde donde trajo los despojos mortales de su hermano.
Según los representantes de la comunidad, los féretros fueron entregados sellados a los familiares, lo que ha aumentado la incertidumbre sobre las verdaderas causas de los decesos.
Comunidad exige información
Víctor Suárez, presidente de la junta de acción comunal de la vereda Alto Grande (en la vía a Bucaramanga), reclamó ayer mayor celeridad a los organismos de salud para que se conozcan las causas de muerte de los agricultores de una misma familia.
“Cómo no nos vamos a alarmar si hay dos muertos y tres hospitalizados”, dijo.
Para la comunidad esta situación es preocupante porque ninguna autoridad de salud les ha informado que está pasado en esa zona rural y más cuando los fallecidos eran personas que gozaban de buena salud y que se dedicaban a las labores del campo.
En Alto Grande habitan 36 familias que se dedican a las actividades del campo.
Es tanta la preocupación, que ayer los padres de familia estaban considerando no enviar los 64 niños a la escuela durante los próximos días y hasta tanto no se conozca qué fue lo que mató al padre y al hijo de la familia Balcucho.
“Nosotros realmente estamos muy preocupados por lo que está pasando.
Roberto Ospino T.
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