La versión local del Informe del Estado de la Población Mundial 2012 reveló que el 73% de las colombianas usan métodos anticonceptivos modernos, pero que solo el 52 % de ellas saben que sus EPS están obligadas a dárselos de forma gratuita.
Aunque el informe mundial fue presentado oficialmente en Quito, Ecuador, los voceros del Fondo de Población de las Naciones Unidas (Unfpa) en Colombia, mostró el panorama local de cómo se está viviendo el tema de la planificación familiar desde las regiones.
El informe reveló que el conocimiento de los anticonceptivos es universal en todos los estratos socioeconómicos. En total, un 79% de mujeres planifica, pero solo el 73% lo hace con métodos modernos (hormonales, dispositivos intrauterinos, cirugía o métodos de barrera).
Es decir, que un 6% utiliza otro tipo de métodos alternativos, tradicionales o naturales. La asesora sobre el tema para el Unfpa, Mariluz Mejía Gómez, explica que se han encontrado en distintas regiones con métodos para planificar y creencias que no tienen asidero científico.
Por ejemplo, Gómez encontró que algunos jóvenes de la costa Atlántica creen que al dejar que las olas del mar golpeen las caderas de la mujer, después de haber tenido una relación sexual, se previene un embarazo no deseado.
Quizás uno de los datos más representativos del estudio es que el 48% de las mujeres no sabe que las EPS están obligadas a proporcionarles los métodos anticonceptivos de manera gratuita, porque la mayoría de ellos están incluidos dentro del POS tanto para la población del régimen subsidiado como del contributivo.
Según Gómez, el problema en este caso no es solo que las personas desconozcan este derecho, sino que una vez que lo reconocen se enfrentan a una cantidad de trabas por parte del sistema de salud, que los lleva a correr riesgos cuando tienen su relación sexual.
Para esta asesora de la Unfpa, la anticoncepción debería ser considerada un servicio prioritario, casi de urgencia, especialmente cuando se trata de jóvenes, porque se está previniendo un embarazo no deseado.
Por regiones
En el estudio se muestra que los departamentos con mayor uso en métodos anticonceptivos son Quindío y Caldas con el 81%, y Risaralda con el 78%.
En el otro extremo están Vaupés y Amazonas con los porcentajes más bajos, 47% y 53,5%, respectivamente.
Gómez explica que estos porcentajes no son causalidad, y que en el caso de los tres departamentos del eje cafetero, los buenos resultados obedecen a las políticas de salud que viene impulsando la Federación de Cafeteros y que incluye la planificación familiar como una prioridad.
En el caso de Amazonas y Vaupés influye que además de ser territorios de difícil acceso, tienen una gran población indígena donde los métodos anticonceptivos modernos aún no son bien recibidos dentro de sus culturas.
Sin embargo, más allá de las diferencias regionales, en el tema de planificación familiar se esconde un problema de estratos.
Según el estudio, el acceso real a los anticonceptivos se da en un 75% entre las mujeres de niveles de riqueza más altos, y en un 67,5% dentro del grupo de menores niveles económicos.
Gómez sostiene que está realidad es palpable en ciudades como Bogotá, Medellín y Cali, donde por el número de la población los promedios son aceptables, pero se esconde la realidad que se vive dentro de las zonas de periferia y laderas.
Sin embargo, en estas tres ciudades precisamente, en los últimos años bajó más del 5% la tasa de embarazo adolescente. Un resultado que está enlazado con programas enfocados precisamente en las poblaciones de bajos recursos y con menor nivel de educación.
Centro amigables
Detrás de las cifras se esconden dos problemas importantes. Según la asesora de la Unfpa aunque los jóvenes conocen los anticonceptivos no los tienen cuando los necesitan porque sus relaciones sexuales, en muchos casos, no son planificadas. A esto se suma la desinformación sobre la importancia de iniciar una vida sexual de forma preparada.
Para tratar este problema una de las recomendaciones que hace Gómez es la promoción de centros amigables para los jóvenes donde se les oriente sin juzgarlos o señalarlos, y se les dé la oportunidad de opinar sobre los métodos con los cuáles quieren planificar.
Por Colprensa.
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