jueves, 7 de febrero de 2013

Alcalde de Ocaña se ratifica en la necesidad de cambiar a la Policía


El teniente Gustavo Andrés Orrego Correa manifestó que no se puede descalificar la labor de la Policía por lo sucedido en el primer mes de este año. (Foto Javier Sarabia / La Opinión)
El alcalde de Ocaña, Jesús Antonio Sánchez Clavijo, manifestó que el asesinato del sacerdote Luis Alfredo Suárez Salazar, fue el hecho que rebosó la copa y desde la primera semana de enero de este año, cuando fue asesinado el comandante de la Sijín en ese municipio, teniente Iván Darío Salamanca Pedraza, se había solicitado el cambio de Policía
Según Sánchez, al comandante de la Policía de Norte de Santander, coronel Eliécer Camacho Jiménez, se le solicitó verbalmente el cambio de los uniformados que cumplieron el ciclo en Ocaña, con el objetivo de oxigenar la estación y obtener mejores resultados en materia de seguridad.
Esta semana y luego de un consejo de seguridad, en el que participaron autoridades locales, el alcalde se ratificó en su posición y manifestó que “a unos Policías les queda muy bien el uniforme pero a otros parece que les pesa”.
Para Sánchez en una localidad que el año pasado de acuerdo con el reporte del Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses fue el menos violento de los últimos 20 años, no es lógico que en lo corrido de 2013 el orden público este alterado y se hayan producido muertes violentas y panfletos con amenazas de muerte, como ocurrió con el sacerdote de Río de Oro, Cesar.
El coronel Camacho informó que no quiere entrar en discusión con el alcalde Sánchez por ese tema y que a su despacho no ha llegado ninguna solicitud para cambiar a la Policía adscrita a Ocaña. 
Sin embargo, reiteró que hoy asume como comandante de la estación de Policía de Ocaña el mayor Nelson Yate, en reemplazo del teniente Gustavo Andrés Orrego Correa, que fue trasladado a Tibú.
Se ha cumplido
El teniente Orrego, antes de dejar sus funciones en Ocaña, manifestó que está extrañado por las declaraciones del alcalde Sánchez y que los uniformados han cumplido con su función de garantizar la seguridad.
“Seguramente el alcalde está extrañado porque hay policías que tienen más de dos años de permanencia en el municipio”, explicó.
Orrego señaló que no se puede poner en tela de juicio el papel de la Policía por los hechos ocurridos en el último mes. “Este es un trabajo conjunto y la comunidad debe contribuir denunciado los hechos delictivos”.
Al Segundo Distrito de Policía, en Ocaña, están adscritas 160 unidades las cuales cumplen labores de vigilancia y control en siete cuadrantes.
Además, se realizan investigaciones judiciales y se cuenta con el personal de infancia y adolescencia, turismo, tránsito y comunitaria.
En 2012, de acuerdo con Orrego se hizo una labor conjunta con la Sijín, lo que permitió la incautación de 600 kilos de drogas sintéticas. Además, se esclareció el 80 por ciento de los homicidios y se hicieron allanamientos en 15 expendios de sustancias alucinógenas.
Finalmente Orrego indicó que es imposible ubicar un Policía por cada habitante en Ocaña y que de acuerdo con la información que maneja la estación, el 40 por ciento de los uniformados serán trasladados.
“El problema no está en cambiar a los policías, también se requiere el cambio de mentalidad de la ciudadanía para que denuncie”, dijo.

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