Los estudiantes de la institución educativa Nuestra Señora del Pilar, en Pamplonita, se declararon en cese de actividades y exigen a la Secretaría de Educación de Norte de Santander el cambio del rector, Hernando Ibarra.
El lunes los 386 estudiantes marcharon por las calles de ese municipio. Con pancartas y arengas manifestaron estar en contra de las decisiones dictatoriales que según ellos toma el rector.
En la marcha estuvieron acompañados por exalumnos, padres de familia, y algunos docentes, quienes los apoyan.
Así mismo, en una comunicación de 12 puntos le detallan a la titular de la secretaria de educación, Ludy Páez Ortega, el inconformismo entre la población estudiantil.
La situación que hoy se vive en Pamplonita se generó por el traslado del docente de deportes, Henry Alonso Sánchez, de quien se dijo solicitó irse a otra plaza porque no aguantó más los roces con el rector Ibarra.
En iguales condiciones están los educadores Javier Edue Luna, Irme Santander y Fausto Gélvez. El primero el jueves pasado tuvo un altercado con Ibarra, y afirma que hubo agresión física por parte del rector.
También mencionan que este año el colegio no ha entregado los informes escritos o notas sobre el rendimiento académico del estudiantado.
La compra e instalación de cámaras de seguridad o vigilancia al interior del plantel fue otra de las decisiones de la rectoría que no comparten, al considerar que estas fueron adquiridas sin autorización del Consejo Académico y que en ningún momento se socializó la propuesta.
Igualmente hacen alusión a que el énfasis de la institución es en sistemas y este año no se ha contado con el servicio de internet.
También se le acusa de persecución a docentes por sus creencias católicas, toma de decisiones sin consultar a los demás, y que no escucha ni atiende las inquietudes de los alumnos.
Luis Sepúlveda, expersonero estudiantil, dijo que se unió a la protesta porque como egresado le da tristeza ver como se está manejado el tema de la educación en la institución educativa Nuestra Señora del Pilar.
María Alejandra Villamizar, estudiante de undécimo grado, indicó que todos están inconformes con la gestión realizada por el rector Ibarra y seguirán en paro hasta tanto no lo trasladen.
Graciela Cote Cruz, madre de familia, narró que de los 39 años que tiene el colegio, es la primera vez que se presenta un inconformismo generalizado en donde exigen el cambio del rector.
Pidió un trato digno para los estudiantes y la planta de docentes.
Ante la parálisis educativa, el lunes se reunieron con el rector Ibarra los representantes de los estudiantes, padres de familia, de la Comisaría de Familia, Personería Municipal, docentes y delegados de la Secretaría de Educación.
Allí las partes expusieron sus puntos de vista en torno a los temas que han originado el descontento generalizado.
Ibarra escuchó los planteamientos y se tomó un tiempo para dar a conocer el por qué de las decisiones tomadas.
De las cámaras sostuvo que el proyecto fue aprobado por el Consejo Académico y mostró las actas en donde cuatro de los ocho miembros de ese organismo estaban de acuerdo con la adquisición. Solo uno no pudo participar porque estaba impedido.
Ibarra puso a consideración de la comunidad el desmonte del sistema. Igualmente se defendió de las demás acusaciones y aseguró que él solo tiene el interés de sacar adelante la institución.
Las partes acordaron hacer un informe para enviarlo a la Secretaría de Educación del departamento. El rector Ibarra, que va a cumplir un año en esa institución, se mostró en desacuerdo por el cese de actividades.
Por la Opinión.
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